En los últimos años nuestro querido pueblo de San Pedro no gana para sobresaltos, y la mayoría de las noticias que somos capaces de generar, sólo anuncian acontecimientos cuando menos poco ortodoxos.
La última noticia que conozco es la publicada en el diario la Opinión de Murcia referida a la supuesta contracción irregular de varios trabajadores contratados, al parecer de forma poco clara, y que según los sindicatos es la tónica utilizada en los últimos años en nuestro Ayuntamiento.
No cabe duda alguna que hoy, más que nunca, cuando a una persona se le ofrece la oportunidad de trabajar, y más en el Ayuntamiento, tienes ante ti a un siervo para hacer sin rechistar lo que le digas, debido a la situación de económica que la mayoría de las personas atraviesan, no ya para realizar caprichos si no en muchos casos para alimentar a la familia.
Mi mayor respeto para cualquier trabajador que aproveche una oportunidad para asegurarse un puesto de trabajo más o menos seguro allí donde se le ofrezca, pero mi total repulsa para quienes utilizando el erario público juegan con los sentimientos de estas personas para ganarse sus favores y obligarles a que realicen su santa voluntad.
No conozco los entresijos de las contrataciones que se denuncian de fecha 30 de Marzo de 2011, pero algo de verdad debe de haber cuando nadie a salido a desmentirlas. Hoy más que nunca quienes ostentan el poder tienen la obligación de ser trasparentes en las contrataciones y de repartir lo mejor posible entre las familias mas necesitadas las peonadas que la cosa publica pueda mantener, sin correr el riesgo de dar al traste con una economía excesivamente maltrecha.
Tratar de comprar voluntades con la golosina de un puesto de trabajo para el solicitante, o para algún familiar de este, es algo totalmente reprobable, digno de otros tiempos que todos consideramos estaban olvidados, pero cuando uno escarba un poco y observa como se hacen convocatorias para contratación de personal, por ejemplo para desempeñar las tareas en el Cine Moderno, y observa que a pesar de que cientos de personas se presentan para cubrir las plazas al final siempre se contrata al mismo que, a demás, forma parte de un partido político con mando en plaza, se le caen a uno los palos del sombrajo.
Nadie debe jugar con los sentimientos de las personas, máxime en una situación como la actual. A quienes Gobiernan les compete el deber de cumplir con la obligación de ser trasparente, justos y equitativos, y cuando esas circunstancias no se dan es el pueblo quien debe invitarles a que dejen el poder con los poderes que nos da nuestro sistema democrático.
San Pedro del Pinatar a 8 de Abril de 2011
José Antonio Albaladejo
DEMOCRACIA PINATARENSE
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